Ojos bien cerrados – Reseña sobre la película

Relato soñado es la obra literaria de Arthur Scnitzler, escrita en 1925, es la historia en la que se basó Stnaley Kubrick para representar cinematográficamente Eyes wide shut.

Ya lo decía un andagio oriental “Cierra los ojos y verás”. El tema de la película que comentaremos hoy, en mi opinión, tiene que ver con esta idea de fondo: ¿Qué hay más allá de lo que vemos? ¿qué tan reales pueden ser las fantasías?

Fabricio D´Alessandro, Director de cine, además de mi hermano, hizo esta reseña desde su mirada profesional, que comparto a continuación.

El tema clave de Eyes Wide Shut, comenta Fabricio, es uno cercano y querido por el corazón de Kubrick: la deshumanización de la sociedad. Este es un concepto que ha utilizado repetidamente durante su carrera (más obviamente en 2001, A Clockwork Orange y Full Metal Jacket). En este film, Kubrick tiene algo que decir sobre las causas y efectos del sexo despersonalizado.

Como casi siempre es cierto en una película de Kubrick, el director nos transporta a una realidad paralela. Las producciones de Kubrick nunca se basan en nuestra realidad, sus personajes siempre caen en un lugar y tiempo sesgados. En El Dr.Strangelove, era un mundo donde la Guerra Fría hacía enloquecer. En 2001, era el dominio del super-ordenador HAL. En A Clockwork Orange, era un futuro orwelliano. En Full Metal Jacket, era Vietnam. Aquí, es un reino clandestino de fiestas sexuales y orgías. La película comienza y termina en una conocida Nueva York, pero, en el medio, el director utiliza todas las herramientas a su disposición para formar un mundo algo extraño y surrealista. A lo largo de toda la película, Bill (Tom Cruise) tiene problemas sexuales. Durante la orgía, es invitado por más de una mujer a participar. Antes y después, tiene oportunidades de abandonar sus votos matrimoniales pero la forma en que reacciona en cada una de estas circunstancias, y la forma en que interactúa sexualmente con su esposa, muestra una creciente conciencia sobre la facilidad de tener relaciones sexuales sin sentido con alguien considerándolo un objeto, y la dificultad de tener relaciones sexuales sin sentido con alguien que es visto como una persona. Al final, la despersonalización gana (consideremos cuidadosamente la redacción de la declaración final de Alice y el contexto en el “qué se hace”).

Si Eyes Wide Shut fuera a ser colocado en un género, la etiqueta sería el de psychological thriller.

La segunda mitad del film se caracteriza por construir tensión, y el suspenso no se disipa completamente cuando se revela “la verdad”. Esto es en parte porque Kubrick inteligentemente permite que un núcleo de duda permanezca sobre lo que realmente está pasando. Presenta dos posibilidades, y, aunque los hechos favorecen una resolución, nunca se aclaran.

El último esfuerzo de Stanley recompensa a la mayoría de sus seguidores con una sensación de satisfacción, siendo estimulante e inquietante. Las impresiones y las imágenes permanecen en nuestras mentes mucho después de que el proyector haya terminado de tejer su peculiar magia, haciendo de Eyes Wide Shut una de las mejores películas de la década de los 90.

Hasta aquí su reseña. Mi mirada desde la psicología analítica va a cuestionar algunos de sus puntos de vista sobre todo cuando se refiere a los problemas sexuales de Bill y, en cambio, sugerir la idea mencionada arriba de la fantasía como motor o hilo conductor de este film.

C.G. Jung en una charla que hizo para un canal acerca del Poder de la Imaginación dijo:

Cuando observas el mundo, ves gente, casas, el cielo, ves objetos tangibles. Pero cuando te observas a ti mimso desde dentro ves imágenes en movimiento, un mundo de imágenes, generalmente conocidas como fantasías. Estas fantasías, son hechos. Es un hecho que el ser humano tenga tales fantasías y es un hecho tan tangible como por ejemplo que una persona tiene una fantasía otro pierde su vida o un puente es construído. Esas casas eran todas fantasías. Todo lo que haces aquí, todas estas casas, todos eran al principio una fantasía. Y la fantasía tiene su realidad propia, esto no debe ser olvidado. La fantasía no es una nada. Por supuesto no es un objeto tangible pero, sin embargo, es un hecho . Es una forma de energía, a pesar de que no la podemos medir. Es una manifestación de algo y eso es una realidad. Por lo tanto, los efectos físicos son hechos, son realidades; y cuando observas la sucesión de imágenes desde dentro, observas un aspecto del mundo, del mundo dentro.

Jung le da estatuto de realidad psíquica a la fantasía y de cómo esta se puede plasmar en la realidad objetiva. Es en este marco, donde ubico la película.

El argumento

Bill es un reconocido doctor que, además de trabajar en una Clínica, visita sus pacientes a domicilio lo que incluye participar en fiestas de alto nivel que lo convidan anualmente. La película comienza en este contexto de celebración, a la que tanto él como su esposa Alice asisten. Aquí reconoce un ex-colega de Universidad que está tocando música animando la fiesta. Este encuentro lo llevará más adelante a descubrir otro mundo, un mundo tan real como desconocido para él.

Impulsado por la fantasía que Alice le confiesa justo después de la fiesta, en donde ambos están celándose como si esto les permitiera encendier la pasión, detrás de unos celos inocentes que los separan físicamente es donde se encuentran también. Alice, en un momento determiando de la conversación se enfada porque cree que Bill está muy seguro que ella no le será infiel y ahí decide narrarle lo que pasó por su mente durante las vacaciones que habían hecho hacía un año.

El recibe este relato como un hecho real, tal real que se la lleva donde quiera que va. Así, se cuela secretamente en una secta orgiástica en la que pronto será descubierto.

Bill y Alice tienen una relación de pareja envuelta en la cotideaneidad, la crianza de su hija, y así van alimentando de celos en cada uno para volver y encontrarse una y otra vez.

Bill cumple con su rol, al igual que Alice, no pueden salirse de su papel de médico y fiel esposo y ella madre y fiel esposa.

Sin embargo, la fantasía de Alice despierta esta necesidad de él de experimentar lo prohibido y busca a su compañero de Universidad para que lo lleve a esta experiencia. Recordemos que su ex-compañero nunca termina la carrera de médico y en vez, se dedica a viajar por el mundo para tocar su música. Hay un estilo más libre, por más que tenga familia, que es lo que actúa como sombra de Bill. Hace lo que Bill no se puede permitir.

Hay algo en el desenfreno dionisíaco, en la orgía en la que él participa como observador, que tiene tinte de secta, pero en la que al no es invitado pronto lo desemascarán por fraude. Cuando vuelve a media noche de esta experiencia, Alice le cuenta un sueño que ha tenido y otra vez, este sueño provoca en él una reacción de odio y resentimiento hacia ella, hacia su sueño, hacia su realidad psíquica. Detrás de la cara angelical y madre abocada a su rol, hay otra realidad que el sueño, que su inconsciente le revela. Esta fantasía en forma de sueño esta vez, promueve a hacer que la realidad sea diferente, es para Bill tan real la fantasía y el sueño de ella que hace que sea más real que la realiadad pues le conlleva a confesarse, allí le explica toda su experiencia a Alice.

Es la fantasía la que permite explorar esta unliteralidad de la consciencia donde quedarse identificado al rol, tanto de médico como de madre, no les aporta la emoción de transgredir normas. Es a partir de esta fantasía donde se encuentran y deciden vivir la plenitud de una relación de pareja con sus sueños y realidad objetiva permitiendo que les devuelva esta conexión que lo cotidiano les había hecho perder.

Es una película, que no tiene desperdicio desde comienzo a fin, la trama atrapa y seduce permitiendo explorar caminos y cuestionar algunas concepciones que tomamos como hechos y nos olvidamos de otro plano, que es tan necesario para vivir como real.