
Cuando entráis en mi despacho en El Masnou, veo que muchos observan el cuadro que tengo colgado con la imagen de un hombre. Algunos de vosotros os animáis a preguntar quién es y qué hace allí pero otros, quedáis con la duda de si se trata de un familiar, un guru o quién es esta persona que ocupa un lugar en la consulta.
Con el fin de compartir y difundir su obra hoy le toca a Carl Gustav Jung. Sí, es él el que cuelga de mi pared con un hermoso marco negro y lo que antes era un mandala ahora lo ocupa esta imagen a fin de que me inspire y por otro lado con la intención de darlo a conocer.
¿Quién fue Carl Gustav Jung y por qué está en mi despacho?
Cuando digo su nombre aún no es muy reconocible, entonces toca explicarlo a través de otra personalidad famosa. Contemporáneo a Sigmund Freud, aunque veinte años más joven. No hay dudas de que Freud es el padre del Psicoanálisis a partir de considerar la existencia del Inconsciente. Sin embargo, cuando estudiaba en la Universidad de Psicología en Buenos Aires, en los noventa Jung sólo se mencionaba como quien lo contradijo a Freud con sus teorías de tinte “místico” y así se separaron, pero nunca nos contaron dónde fue a parar Jung o qué hizo de sus investigaciones.
Años más tarde, en mi formación de Instructora de Yoga, hace unos veinte años, vuelvo a escuchar de Jung, esta vez en una materia que explicaba cómo este investigó las técnicas de Oriente, como el Yoga y la producción espontánea de Mandalas e hizo que haya una influencia o diálogo entre Oriente y Occidente, pero también quedó allí.
Cuando vine a España, hace unos quince años, me sentí llamada a saber más de él y su obra. Es cuando comencé a leer sobre él, primero en forma autodidacta, para luego entrar en una formación específica sobre su pensamiento y aporte a la Psicología Moderna.
Jung nace en Suiza un 26 de julio de 1875 proveniente de una familia humilde, padre clérigo y madre vidente. Muere a los 86 años, un 6 de junio de 1961.
A diferencia de Freud, de formación médico neurólogo, Jung, médico psiquiatra, no se apasionó con la existencia de lo inconsciente con el fin de tratar las enfermedades mentales sino que su objetivo fue su exploración para la realización completa del ser humano, el desarrollo de su personalidad y de sus actividades creativas. Su propósito era la conexión con el alma personal y el alma universal o inconsciente colectivo. Jung fue un estudioso del alma humana y cómo el alma está conectada con el Ser. Aquí también hay una estrecha relación con las filosofías de Oriente, más específicamente con la filosofía del Yoga.
El alma se transformó en la pasión de Jung y primero tuvo que habérselas con su propia alma.
A raíz de sus diferencias con Freud, en 1913 Jung no utilizará el término de Psicoanálisis para referirse a su psicología sino que la llamará Psicología Analítica, nombre con el que se la conoce en la actualidad. A Jung le debemos los conceptos de Inconsciente colectivo, arquetipos, extravertido/introvertido, el trabajo con la sombra o aquella parte desconocida en nosotros mismos. Anima/ánimus la contrapartida femenina/masculina en la propia persona y el trabajo con los sueños de manera simbólica y para acceder al Ser que se diferencia del yo o Ego.
El trabajo que propone la Psicología Analítica es a través del proceso de individuación que consiste en convertirse en quien uno es, tomando consciencia de las máscaras que adoptamos para relacionarnos con nuestro entorno pero que no son más que máscaras y no nuestra verdadera esencia.
Podría decir mucho más pero entonces no sería tan breve pero terminaré con una frase a modo de conclusión. Una frase que me acompaña día a día en mi trabajo como psicóloga y tiene que ver con la creación de una relación que cura.
“La psicoterapia es básicamente una relación dialéctica entre médico y paciente. Es una discusión entre dos totalidades anímicas en donde todo saber es solamente una herramienta”. Carl Gustav Jung (Obras Completas Tomo 11)